El miedo de los niños es de carácter evolutivo. A medida que
los niños van cumpliendo años, van pasando por diferentes etapas y van
experimentando diferentes miedos infantiles, que cambian a medida que se van
superando. Dentro de esta evolución, los niños deben ir superando unos miedos
para enfrentarse con valentía a los siguientes. El problema de los miedos de
los niños aparece cuando estos miedos no evolucionan, se enquistan y no
desaparecen de una etapa a otra del crecimiento.
Superar cada miedo es importante. Generalmente, esto es algo
que sucede de manera natural, pero a veces, no es tan fácil para algunos niños
debido a que pueden estar vinculados a experiencias desagradables, por ejemplo.
Los padres deben ser los primeros que deben darse cuenta de esta circunstancia
y ayudar a sus hijos a superar sus miedos.
¿Cómo ayudar a superar los miedos de los niños?
1. Miedo a los extraños
a) Es el primer miedo que se manifiesta en el bebé alrededor
de los nueve meses. A esta edad, empieza a extrañar a sus adultos de referencia
cuando no están cerca y no quiere abandonar los brazos de papá y de mamá para
quedarse con otra persona, que aunque la haya visto antes, probablemente no la
recuerde.
b) Hablar con personas desconocidas es un riesgo, que los
niños deben aprender, pero evitando que aumenten sus miedos, transmitiendole
siempre confianza y seguridad. Enseñale a ser precavido y a no aceptar objetos,
caramelos o invitaciones de extraños.
Educación positiva: Respeta el miedo del niño y no le
menosprecies por tener miedo, diciéndole que es un miedoso... Elogia sus
avances aunque sean mínimos y así le ayudarás a ser cada día un poco más
valiente. Para evitar que tu bebé manifieste un acusado miedo a la separación
de sus padres, desde los seis meses fomenta el contacto con familiares y otras
personas, para que cuando llegue el momento esté familiarizado con otras
personas.
2. Miedo a la separación
Generalmente, se focaliza en la figura de la madre y tiene
lugar al inicio de la escuela infantil o del colegio o debido a un divorcio.
Este miedo surge cuando el niño sufre al ser separado de las personas a las que
está afectivamente unido, sobre todo, de su madre.
Con la verdad por delante. Informar al niño con naturalidad
sobre lo que está pasando, le ayudará mucho a superar su miedo. Es mejor para
él hablarle abiertamente de que papá o mamá vendrá el fin de semana para jugar
con él o a recogerle a la salida de la escuela, con un lenguaje claro y
sencillo, que él pueda entender, que mentirle o disfrazarle la realidad, que en
ocasiones puede alimentar más sus miedos que transmitirle tranquilidad.
3. Miedo a los cambios
Los hábitos y las rutinas aportan seguridad a los niños y
bebés y, por tanto, un cambio de casa, de colegio, de cultura, de país, de
amigos.... puede convertirse en una pesadillla para el niño. Para evitar que
los cambios produzcan miedo en el niño, hay que anticiparse y contarle qué va a
ocurrir, de esta manera, el niño podrá prepararse psicológicamente para la
nueva situación. Es importante que le hables del nuevo cambio con optimismo y
esperanza hacia una situación mejor.
Prepárale para lo que vendrá. Para evitar que los cambios
produzcan miedo en el niño, hay que anticiparse y contarle qué va a ocurrir, de
esta manera, el niño podrá prepararse psicológicamente para la nueva situación.
Es importante que le hables del nuevo cambio con optimismo y esperanza hacia
una situación mejor.
4. Miedo a la oscuridad
Evita que el niño sufra experiencias negativas y repentinas,
y coloca en su dormitoriio una pequeña luz encendida o un piloto luminoso para
que pueda ver y su habitación nunca esté a oscuras del todo. Uno de cada tres
niños teme a la oscuridad.
Evita experiencias negativas y repentinas. Ten en cuenta que
este miedo a la oscuridad puede surgir a partir una mala explicación de cuentos
de monstruos, o a partir de pesadillas y situaciones imaginarias. Por este
motivo, selecciona películas y programas infantiles adecuados a su edad y
escoge lecturas apropiadas.
5. Miedo a los truenos y a las tormentas
Las tormentas y el ruido de los truenos que, en muchas
escenas de ficción, están asociadas a relatos de miedo pueden hacer crecer el
miedo de los niños a estos fenómenos naturales.
Evita sobreproteger a tu hijo. Para acostumbrar al niño a
los truenos y a las tormentas, acércale desde pequeño a la ventana cuando
llueva para que vea los truenos y los relámpagos como algo natural y normal
relacionado con el mal tiempo. Explícale que se trata de un fenómeno natural
pasajero, que no le hará ningún daño. Aprender a enfrentarse a los problemas
desde pequeño, le convertirá en una persona independiente y con recursos
propios para afrontar las complicaciones.
6. Miedo a los animales
La vida en las ciudades hace menos frecuente el contacto con
animales, de manera que es normal que los animales, por desconocidos, causen
miedo en los niños.
Mantén la calma en situaciones de estrés. Evita transmitirle
el miedo a tu hijo o que te vea estresada o temosa ante la presencia de un
animal. Conviene familiarizar a los niños con los animales desde que son
pequeños. Enseñarles a respetarles y a cuidarles es fundamental para alejar su
miedo. No obstante y siempre con naturalidad debes advertir al niño del peligro
que puede correr si se acerca a un animal desconocido. En este caso, siempre
conviene guardar la distancia.
7. Miedos escolares
Son muchos los miedos que giran en torno al colegio. En los
niños más pequeños es común la ansiedad anticipatoria o el miedo en los
momentos previos a la llegada al colegio y en los niños más mayores aparecen
otros como el miedo al fracaso escolar y al castigo, el miedo social ante
actividades que deben realizarse en público como leer, exponer un trabajo... y
el miedo al malestar físico.
Fomenta la resolución de problemas por parte del niño.
Debido a que los niños pasan la mayor parte de su tiempo en el colegio
ayudarles a construir una sólida autoestima, que les proporcione seguridad en
sí mismos, es lo más recomendable que podemos hacer los padres. Evita que
siempre recurra a ti para obtener una solución, porque estarás impidiendo que
desarrolle su autonomía e independencia.
8. Miedos nocturnos
La mayoría de los miedos nocturnos están relacionados con
otros miedos como por ejemplo el miedo a la oscuridad, a la soledad, a la
separación, a los sueños y pesadillas... Cuando el problema reside en la
dificultad del niño para dormirse sólo conviene encontrar la causa real de su
miedo para desmontarlo poco a poco.
Resta importancia a los miedos y temores de tu hijo. En
ocasiones, conviene desdramatizar para desmontar el miedo del niño. Conviene
recordar al niño que sus miedos son normales y que forman parte de su
desarrollo.
9. Miedo al daño físico
Saltar de un trampolín, ir a demasiada velocidad en la
bicicleta... puede suponer un riesgo para la integridad física de los niños.
Algunos pueden dejar incluso de hacer algunas actividades deportivas por miedo
al daño y al dolor debido a las faltas personales o entradas en el terreno de
juego.
Potencia la valentía del niño. Anímale a realizar el deporte
o la actividad física que le gusta, para que se vaya enfrentando poco a poco a
situaciones que le provocan temor. Subraya sus comportamientos valerosos.
10. Miedo a la muerte
Una experiencia negativa en torno a la pérdida de un ser
querido puede desencadenar el miedo a la muerte en el niño, por no saber qué
nos espera más allá de la vida.
Disimula tus temores. Muchas personas prefieren no pensar en
este tema, pero recuerda que los niños
aprenden por imitación y tu hijo podría desarrollar fobias sólo porque las
tienes tú.
Fuente;
Marisol Nuevo
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