Los padres podemos enseñar a los
niños a canalizar sus emociones y a identificarlas. Es importante que
aprendan a controlarse y a ser empáticos con los demás. La educación emocional es parte de la formación del niño.
La psicóloga Silvia
Álava nos ha concedido una
entrevista en la que nos aclara en qué consiste la inteligencia
emocional, cómo se puede medir la inteligencia emocional de los niños y
cómo educarles en sus emociones.
¿Cómo pueden los padres educar las
emociones de los hijos?
Por supuesto que los padres podéis
ayudar a educar las emociones de vuestros
hijos, pero va a ser todavía más efectivo
si lo hacemos con una intervención planificada, es decir, con un correcto
programa de educación emocional ya que se ha demostrado que tienen un efecto
positivo sobre el ajuste psicológico, sobre el rendimiento académico y sobre
las relaciones sociales y además disminuyen también las conductas de agresión.
Es importante que los padres
trabajen con los niños la importancia de la comunicación, que aprendan a
expresar sus emociones, a decir cómo se sienten. También hay que trabajar la empatía: saber cómo te sientes tú pero también como se está
sintiendo la otra persona. Cuándo trabajamos la empatía, cuándo nosotros somos
empáticos eso nos va a ayudar mucho a las relaciones sociales, nos va a ayudar
a entender cómo se siente el otro y en el momento que entendemos eso nos va a
facilitar cual es la conducta que debemos tener y esto hay que educarlo desde
bien pequeñitos.
¿Cómo y cuándo tenemos que enseñar a
los niños a controlar sus emociones?
A los niños se les puede enseñar a
controlar las emociones desde bien pequeñitos, cuándo son muy chiquititos hay
que enseñarles a tolerar la frustración. Lo primero de todo es que lo perciban.
Nosotros podemos decir al niño: “entiendo que estés enfadado porque no puedas
tomar el caramelo pero es que ahora no hay que tomarlo".
Desde pequeñitos se les ayuda a ir
controlando las emociones. Y lo fundamental cuando son pequeños vamos a
centrarnos mucho en que sean capaces de reconocer las emociones: que sepa
cuándo se está contento, triste, enfadado, que sepa cuándo tiene miedo, que
sepan verbalizarlo y también la tolerancia a la frustración, esto es algo que
hay que aprender desde la más tierna infancia.
¿Qué tipo de capacidades emocionales
deben reforzar los padres de sus hijos?
Si atendemos a este modelo que
estamos hablando de los 4 factores de la inteligencia emocional sería:
- que los niños aprendan a percibir sus propias emociones tanto las suyas como las de los demás.
- que aprendan a comprender las emociones que les está ocurriendo a ellos y a los demás.
- que esas emociones les faciliten también su comportamiento.
- que los niños aprendan a percibir sus propias emociones tanto las suyas como las de los demás.
- que aprendan a comprender las emociones que les está ocurriendo a ellos y a los demás.
- que esas emociones les faciliten también su comportamiento.
- que aprendan a gestionarlas y canalizarlas.
Esos serían los pilares básicos de
las competencias emocionales que hay que trabajar con los niños. No nos
olvidemos de favorecer muy bien un buen clima de confianza que pueda haber una buena comunicación. Que el niño desde pequeño pueda comunicar y puedan decir
cómo se siente. Hay que preguntarles a los niños cómo se sienten pero también
cómo creen ellos que se están sintiendo los padres o un amiguito. Esto
son cosas que son facilitas y que pueden ir aprendiendo los niños y que los papás
les pueden ir enseñando desde que son pequeños.
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