miércoles, 27 de marzo de 2013

La importancia de amar la naturaleza



Que los niños respeten el medio ambiente no es sólo una oportunidad para sensibilizarles acerca de su conservación y para que mantengan esta actitud durante la edad adulta, sino también una de las maneras más efectivas de inculcarles valores fundamentales para su desarrollo personal: empatía, responsabilidad, afecto por otros seres vivos… ¿Existe mejor maestro que la naturaleza?


Enséñales a valorar su entorno: 
Aprovecha la Semana Santa para escaparte con tu hijo al campo o al bosque. Una vez allí, invítale a disfrutar del lugar y a querer a los animales y las plantas. Enséñale a distinguirlos y explícale que tienen necesidades idénticas a las nuestras: alimentarse, crecer, estar protegidos… Muéstrale cómo evitar riesgos en el medio natural (ej., picaduras) y regálale vídeos y libros sobre este tema.
 

jueves, 21 de marzo de 2013

“El sueño ayuda a los niños a aprender “




Mientras duermen sus cerebros transforman material inconscientemente, adquirido en conocimiento activo de manera más eficiente que el cerebro adulto.
El sueño no solo es fundamental para la salud de los niños sino que, además, favorece su aprendizaje porque ayuda a sus cerebros a transformar lo aprendido de manera inconsciente en conocimiento explícito y activo. Este proceso es más eficiente en la infancia que en la edad adulta, ha revelado un estudio realizado en Alemania.
Es importante que los niños duerman lo suficiente. Sus cerebros transforman el material aprendido inconscientemente en conocimiento activo durante el sueño, incluso con más eficacia que los cerebros adultos, según un estudio realizado por Ines Wilhelm del Instituto de Psicología Médica y Neurobiología del Comportamiento de la Universidad de Tübingen en Alemania.

Wilhelm y sus colaboradores suizos y alemanes han publicado sus resultados en la revista
NatureNeuroscience.

Investigaciones previas en adultos habían demostrado que dormir después de un aprendizaje impulsa el almacenamiento a largo plazo del material aprendido, explica Wilhelm en un
comunicado de la Universidad de Tübingen.

Esto se debe a que durante el sueño, la memoria se transforma de tal manera que facilita el aprendizaje futuro; el conocimiento implícito se hace explícito y por tanto su transferencia a otras áreas se vuelve más fácil.

Formación de conocimientos

En lo que respecta a los niños, estos duermen más y más profundamente y deben integrar enormes cantidades de información cada día.

En la presente investigación, los científicos examinaron la capacidad de formar conocimiento explícito a través de una tarea motora aprendida implícitamente.

En el experimento, niños de entre 8 y 11 años y adultos jóvenes, aprendieron a adivinar una serie predeterminada de acciones  sin ser conscientes de la existencia de la propia serie.

Después de una noche de sueño o de un día despierto, se analizó la memoria de los participantes.

El resultado: tras dormir una noche, ambos grupos de edad podían recordar más cantidad de elementos de una fila de números que aquellos que habían permanecido despiertos. Y los niños resultaron ser mucho mejores en esta tarea que los adultos.

"En los niños, se genera mucho más conocimiento eficiente explícito durante el sueño a partir de una tarea implícita aprendida previamente”, afirma Wilhelm.

"La formación de conocimiento explícito parece ser una capacidad muy específica del sueño durante la infancia, ya que los niños normalmente se benefician del sueño tanto o menos que los adultos cuando se trata de otros tipos de tareas de memoria”.

Referencia  bibliográfica:

Ines Wilhelm, Michael Rose, Kathrin I Imhof, BjöernRasch, Christian Büechel, Jan Born.
The sleeping child outplays the adult's capacity to convert implicit into explicit knowledge. NatureNeuroscience (2013). DOI:10.1038/nn.3343.

martes, 12 de marzo de 2013

Cómo afectan los cambios a los niños




Los cambios en los niños pueden producirle, al igual que a cualquier persona adulta, cierta ansiedad ante lo desconocido, pero ya que no cuentan con la madurez necesaria y todavía no son capaces de valorar o sopesar las situaciones que van a vivir, debemos ayudarles a tomarlos con tranquilidad. Para un niño, sus padres son sus bases y sus raíces, somos los que le podemos ofrecer la confianza que necesita en este momento de cambios
Los padres representan la estabilidad que necesitan los niños
Todas las familias pasan por cambios como:  las mudanzas, cambios de colegio, enfermedades, muerte de algún familiar o separación. Según sea el caso, el equilibrio familiar se verá más o menos afectado y asimismo, nuestros hijos pequeños podrían experimentar ciertos síntomas por la influencia de estas nuevas circunstancias: cambios anímicos, aislamiento, dificultades de aprendizaje, etc.
Según la sensibilidad del niño y sobre todo de la edad que tenga, los cambios pueden afectarle en mayor o menor medida. Debemos ayudarles en lo posible cuando tengan que vivir situaciones que puedan afectar a sus rutinas y a su estabilidad emocional. ¿Recuerdas cuando tu hijo era un bebé y podías llevártelo adonde quisieras porque mientras estuvieras tú dándole protección y satisfaciendo sus necesidades era feliz? Pues del mismo modo, un niño más mayor puede atenuar la tensión que siempre provocan los cambios si se siente apoyado por sus padres y experimenta que ellos están tranquilos. Por el contrario, el nerviosismo que nosotros podemos sufrir ante una nueva situación o experiencia, se lo trasmitiremos también a nuestro hijo.
Los niños por lo general, tienen una gran capacidad de adaptación ante estados mutables, siempre y cuando sus raíces o sus bases que somos sus padres, sigan inmutables. Sin duda, el lugar donde estéis o las personas que os acompañen puede ser importantes para vuestro hijo, pero superar el cambio y volver a la normalidad sin que aparezcan trastornos psicológicos, depende en buena medida de que tenga ciertas cosas que sean inamovibles como una relación amorosa con vosotros o no privarle de privilegios adquiridos previamente.
También podemos proteger su situación personal y su estabilidad emocional, si vamos preparándole paulatinamente a superar los cambios que tengamos previstos para nuestra familia.

Sandwich especial para el Día del Padre




El Día del Padre es una fiesta muy especial tanto para los papás como para los niños. Es la mejor ocasión para demostrarles cuánto les queremos y alegrarles el día con esta receta de sándwich especial para el Día del Padre.
Una receta para niños fácil de preparar, podemos dejar que sean ellos quienes monten el sándwich una vez que estén preparados los ingredientes. Cocinar con niños se convertirá en una experiencia única para los papás.

Ingredientes
  • 4 rebanadas de pan de molde
  • 1 aguacate
  • 2 tomates
  • 200 gr. de bacon
  • 1 lechuga
  • 100 gr. de queso de untar
  • Aceite de oliva
  • Mantequilla (o aceite)
Preparación del sándwich especial para el Día del Padre
1. Untar las rebanadas de pan con mantequilla (o aceite). Calentar una sartén a fuego medio y echar las rebanadas, dar la vuelta cuando estén doradas para que se tuesten por los dos lados. Sacar y reservar.
2. Lavar bien la lechuga, el aguacate y el tomate. Cortar varias hojas de lechuga en tiras y el aguacate y el tomate en rodajas.
3. Echar un chorrito de aceite en una sartén, cuando esté caliente y a fuego fuerte freír el bacon hasta que esté crujiente.
4. Para montar el sándwich untar el queso en los panes, colocar lechuga, tiras de bacon, rodajas de tomate y aguacate y cerrar con el otro pan. Ahora sólo quedar darle una buena sorpresa a papá!