cómo hoy en día no basta con ser un buen padre o un buen maestro: hay que ser brillante, y fascinante.
De la mano de esta premisa, Augusto Cury nos presenta sus principios básicos para llegar a convertirnos en esos padres o maestros que dejan verdadera huella en sus hijos y alumnos. Esos que van mucho más allá de lo que se hace actualmente, utilizando principalmente las armas de la creatividad, la emoción y la afectividad. No es una lista larga ni técnica, pero son las llaves maestras que pueden llevar a abrir el corazón de cualquier niño o joven.
De la mano de esta premisa, Augusto Cury nos presenta sus principios básicos para llegar a convertirnos en esos padres o maestros que dejan verdadera huella en sus hijos y alumnos. Esos que van mucho más allá de lo que se hace actualmente, utilizando principalmente las armas de la creatividad, la emoción y la afectividad. No es una lista larga ni técnica, pero son las llaves maestras que pueden llevar a abrir el corazón de cualquier niño o joven.
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